“El cierre del programa de verificación de datos de Meta en los Estados Unidos es un gran retroceso en la lucha contra la desinformación”
CIVICUS dialoga con Olivia Sohr sobre los desafíos en la lucha contra la desinformación y las consecuencias del fin del programa de verificación de datos de Meta en los Estados Unidos. Olivia es directora de Impacto y Nuevas Iniciativas de Chequeado, una organización de la sociedad civil argentina que desde 2010 trabaja para mejorar la calidad del debate público mediante la verificación de datos, el combate a la desinformación, la promoción del acceso a la información y la apertura de datos.
En enero de 2025, Meta, la empresa propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp, anunció la suspensión de su programa de verificación de datos en los Estados Unidos. La compañía implementará en cambio un sistema centrado en los usuarios, quienes podrán reportar contenido engañoso. Esta decisión coincidió con los preparativos de Meta ante el comienzo de la nueva presidencia de Trump. A modo de explicación del cambio, el director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, señaló que la empresa busca realinearse con el valor fundamental de la libertad de expresión. Meta también planea trasladar parte de sus operaciones de moderación de contenido de California a Texas, supuestamente en respuesta a preocupaciones sobre posibles sesgos regionales.
¿Qué motivó la decisión de Meta de finalizar su programa de verificación de datos?
Aunque se desconocen los detalles precisos del proceso que condujo a esta decisión, en su anuncio Zuckerberg aludió a un “cambio cultural” que, según él, se consolidó en el último proceso electoral estadounidense. También manifestó su preocupación de que el sistema de verificación de datos hubiera contribuido a lo que considera un ambiente de “excesiva censura”. Como alternativa, Zuckerberg propone implementar un sistema de evaluación comunitaria para identificar contenido falso.
Esta decisión es un retroceso para la integridad informativa a nivel global. Resulta preocupante que Meta justifique su postura equiparando el periodismo de verificación con la censura. El “fact-checking”, o verificación de hechos, no constituye censura, sino que es una herramienta que ofrece datos y proporciona contexto para permitir a la ciudadanía tomar decisiones informadas en un entorno caracterizado por el avance de la desinformación. Decisiones como esta aumentan la opacidad y dificultan la labor de quienes se dedican a combatir la desinformación.
El trabajo de los verificadores en Meta consiste en investigar y etiquetar los contenidos que son identificados como falsos o engañosos. Sin embargo, las decisiones sobre la visibilidad o el alcance de estos contenidos son tomadas exclusivamente por la plataforma, que ha asegurado que solo reduce su exposición y añade contexto, sin eliminarlos ni censurarlos.
Hasta el momento no se ha especificado cómo funcionará el sistema de notas comunitarias, pero las perspectivas no son prometedoras. La experiencia de otras plataformas indica que estos modelos tienden a incrementar tanto la desinformación como la propagación de otros contenidos nocivos.
¿Qué desafíos enfrenta el periodismo de verificación?
La tarea de chequeo es sumamente desafiante. Mientras que los desinformadores pueden crear y difundir rápidamente contenidos completamente falsos, diseñados para manipular emociones, los verificadores deben seguir un proceso riguroso y transparente que consume mucho tiempo. Además, deben adaptarse constantemente para hacer frente a estrategias y técnicas de desinformación nuevas y cada vez más sofisticadas que proliferan gracias al uso de la inteligencia artificial.
La decisión de Meta de terminar su programa de verificación en los Estados Unidos hace nuestra tarea aún más difícil. Una de las ventajas clave de este programa es que permitía notificar directamente a quienes compartían desinformación, alertándolos con información verificada, frenando de ese modo la propagación desde el origen. Perder esta herramienta esa herramienta sería un gran retroceso en la lucha contra la desinformación.
¿Qué potenciales impactos tendría este cambio?
El cambio en las políticas de Meta podría debilitar considerablemente el ecosistema informativo, facilitando que la desinformación y otros contenidos nocivos alcancen a un público más amplio. Para Chequeado, esto significa que deberemos intensificar nuestros esfuerzos para contrarrestar la desinformación, no solo dentro de la plataforma, sino también en otros espacios.
En este escenario, el periodismo de verificación resulta fundamental, pero será necesario complementar esta labor con iniciativas de alfabetización mediática, fomento del pensamiento crítico, implementación de herramientas tecnológicas para agilizar el trabajo e investigaciones para identificar patrones de desinformación y las vulnerabilidades de distintos grupos frente a las noticias falsas.